El 14 de agosto del año pasado el Tricolor vencía 4 a 1 a Costa de Marfil luciendo  ampliamente superior ante una de las selecciones más fuertes del continente africano. Esta victoria representó una pequeña reconciliación entre el Chepo, prensa y afición después de una mediocre Confederaciones y  de un inicio de Eliminatoria que, tras conseguir solo 8 puntos en 6 partidos, creíamos era de pesadilla. Aunque la verdadera pesadilla apenas estaba por venir.
 
 
Sin contar todavía con ningun jugador del León y con solámente dos del entonces campéon, América, este juego significó el regreso de Oribe Peralta después de unos cuantos meses en los que las lesiones mermaron su funcionamiento. El "Hermoso", fiel a su costumbre, se destapó con dos goles y se abría un debate que a principios de 2013 era inimaginable, ¿Quién debía ser el 9 titular del Tri? La mala racha de CH14 le facilitó la decisión al Chepo. Oribe cumpliría satisfactoriamente, el resto del equipo no.
 
Despúes de ganarle a Drogba y compañía aquel 14 de agosto se respiraba un ambiente de mayor tranquilidad y confianza hacia el equipo y hacia el propio Chepo para enfrentar a Honduras y EUA en las eliminatorias y retomar el camino hacia Brasil; Pronosticábamos ganarle fácilmente a Honduras y rescatar el empate contra los gringos. Ni nos imaginábamos que Carlos Costly iba a comandar otro “aztecazo” y que los gringos nos iban a vacunar otra vez dos a cero en Columbus.

Estos fracasos traerían consigo un enorme carrusel de técnicos y jugadores, se fue el “Chepo” y un partido despúes echaron a Tena. Llegó Vuce y arañamos el repechaje sin mérito propio. Los Zavalas, Salcidos y Torrados se fueron junto con Vuce. Llegó el Piojo como salvador para encarar a Nueva Zelanda (más débil de lo que la imaginábamos) y con una combinación América-León y con Oribe como figura finalmente conseguimos, del otro lado del mundo, el pase al mundial más sufrido en la historia reciente del fútbol mexicano.
 

Han transcurrido 150 días desde que aquel partido en New Jersey contra Costa de Marfil y después del horrible viacrucis que tuvimos que sufrir hoy podemos alegremente decir que dentro de 150 días estaremos enfrentando a Camerún en Natal, Brasil.
 

Seguramente los próximos 150 días no van a ser tan sufridos como los anteriores 150. Al menos podemos estar “casi” seguros que el DT continuará siendo el mismo y los que parecieron largos y sufridos 150 días ahora nos parecen escasos para que el Piojo pueda lograr formar un equipo que pueda vencer brasileños, croatas y cameruneses.
 

El mundial está ya a la vuelta de la esquina, Miguel Herrera tendrá que, a marchas forzadas y en un par de amistosos, formar una combinación competitiva entre “europeos” y locales, encontrar el equilibrio entre lo rescatable que dejaron los procesos anteriores y las innovaciones que el ex DT de América ha implementado para poder seleccionar a los 23 que dignamente representen al Tricolor. El tiempo se nos viene encima, pero es también el tiempo quien nos ha enseñado que en 150 días todo puede pasar.
 
@netogomez92
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