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Canta y no llores

 

Que nos echen a Holanda. Después de una de las mejores fases de grupo en su historia, México se clasifica a los 8vos. de final por sexta ocasión consecutiva y se enfrentará el próximo domingo a las 11:00 am (hora del centro de México) a su similar de Holanda, en el estadio Castelao, en Fortaleza.

 

Para los que amamos este deporte, lo conseguido por México no es poca cosa, hoy estamos de nuevo en la segunda fase del mundial, pertenecemos a un grupo de 3 países que lo ha logrado en las últimas 6 ediciones, Brasil, Alemania y el tricolor.

 

Camerún, Brasil y Croacia, hace un par de semanas, parecían una barrera muy difícil de sortear: los leones indomables nos complicarían por su velocidad, los anfitriones, como máximos favoritos para ser campeones, pasarían por encima de todos y los croatas, con su media de lujo, nos darían un baile para despedirnos con pena y sin gloria del mundial al que no merecíamos ir.

 

Cuando se le gana a Camerún el ánimo empezó a cambiar, de pronto vimos que los de la verdeamarela no eran el equipazo que nos decían, que se les podía hacer partido; después de empatar contra Brasil, parecía que los ratones verdes se crecían y de pronto los octavos volvieron a ser posibilidad.

 

Croacia no era nada fácil, estrellas de clase mundial vestían la camiseta rojiblanca a cuadros, medios campeones de las copas europeas más importantes, delanteros letales y defensas recién firmados por clubes de élite, era lo que enfrentaba el cuadro mexicano.

 

Emociones, barridas, errores arbitrales y gritos en la tribuna, el partido transcurría y el 0 a 0 nos daba el pase, México defendiendo con el cuchillo entre los dientes y los croatas cayendo en la desesperación de no encontrar la llave para abrir la muralla verde.

 

De pronto, en jugada a balón parado, el gran capitán mexicano Rafael Márquez, gana en el brinco y clava un testarazo picado que el portero no logra detener, cae el primer tanto y con esto, la fiesta comienza. 2 goles más cimbrarían el estadio, donde los verdes jugaban de locales, con más de 30 mil compatriotas vitoreando cada jugada. El de la honra cayó ya muy tarde para los croatas y con un marcador de 3 a 1, México firmaba su improbable clasificación a la segunda fase.

 

La historia se debe escribir minuto a minuto, jugada a jugada. Unámonos a todos los que desde un principio creían, no por lo mostrado en las eliminatorias ni por lo echo en los amistosos, sino por el simple hecho de creer en tu equipo, por cumplir como aficionados con lo que nos corresponde, porque mientras el silbatazo final no suene, todo es posible.

 

El domingo se juega contra Holanda, quizás el mejor equipo de la primera fase, pero eso ya es historia, serán 11 contra 11 y el balón rueda para todos lados. Es momento de creer, momento de soñar, momento de sentir de corazón que nadie es invencible, que ya estamos ahí y que ser positivo no significa que no se sabe de futbol, significa que ya estamos cansados de llorar, que a partir de ahora, es momento de cantar.

 

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