Dormir Temprano

 

Si algo nos molesta a quienes buscamos buenos partidos de futbol, es que el jugador se tire un clavado. Peor si es en el área. Por el contrario, los aficionados que rogamos por un poco de dignidad, le aplaudimos al que corre veinte metros tras un balón casi perdido. El otro día, por ejemplo, volví a creer en el futbol recordando un intento defensivo de John Terry. El tipo se lanzó con la cara para tapar un disparo, que de todos modos salió desviado. Si lo hubiera noqueado, les aseguro que habría vuelto moribundo a la cancha.

 

De ahí mi gusto por la Premier League, donde se repudia el acto latino del clavado y el lloriqueo. De ahí que desde hace un par de meses sea el desalmado de las fiestas que se quiere dormir temprano, para despertarse a las 6 am con la sorpresa de una goliza prematura. Recordemos el Liverpool 4-0 Arsenal a los 20 minutos. Los partidos de la Premier League pueden cambiar en 90 segundos, y los seguidores permanecer 90 minutos de pie.

 

Chelsea, Arsenal, Manchester City y Liverpool se encuentran peleando en la parte alta de la tabla, mientras que Manchester United, luciendo a su recién integrado Juan Mata, no se encuentra. Para ellos es un periodo de rediseño, en lo que Ferguson es el más enfocado por las cámaras.

 

Placer futbolero es ver jugar juntos a Suárez y Sturridge, que a bien se insultan desesperados en el minuto 10, para abrazarse, festejar los goles y agradecer las asistencias en el 30. Mi deseo será comentar, de ahora en adelante, los puntos finos y sin importancia que me han convertido en un consumidor de la Premier League. De tal forma, espero que esta columna les resulte placentera y algo informativa, como para mí sería dormir temprano.

 

 

Juan Pablo Torres.